El ambiente Montessori es bonito, lleno de luz natural, cuentas y bloques de madera, libros de todos los tipos y flores en floreros de cristal. Las aulas Montessori están vivas con movimientos y sonidos. Los alumnos, tengan 5 o 15 años, se mueven por el aula, para sacar cosas de las estanterías, hablar de un proyecto con un compañero, guardar cosas. Los alumnos Montessori están ocupados. Algunos trabajos solos, sentados en una alfombra en el suelo o en una mesa pequeña. Algunos se reunen alrededor de un maestro, conversando durante una lección. Otros trabajan en grupo, sus voces, cuerpos y mentes entablan un trabajo de colaboración. En un aula Montessori, el orden y la creatividad coexisten. Conversaciones animadas y observaciones en silencio trabajan juntos en el mismo espacio. En los mejores ambientes, niños de todas las razas y culturas aprenden unos junto a otros. A través de una observación cuidadosa de como nos niños trabajan y se relacionan, María Montessori desarrolló lo que entendemos como Método Montessori hace más de 100 años. Empezó su trabajo en los suburbios de Roma y su visión se extendió por todo el mundo. El método Montessori ofrece intencionadamente a los niños ambientes preparados que están llenos de belleza y orden. Los materiales en el aula son atractivos y diseñados para acometer las necesidades del desarrollo de cada niño. Los maestros Montessori entrenados son el puente entre el ambiente y el alumno, primero con cuidadosas observaiones de cada niño y luego, proveyendo instrucción y guía apropiada. ¿Qué obtienen los niños en el aula Montessori? Aprenden a leer, matemáticas, ciencias, historia y geografía - las asignaturas que necesitan aprender. Pero adequieren este conocimiento a través de su propio deseo de aprender, siguiendo sus pasiones y haciendo conecciones entre ideas y asignaturas. Rara vez aprenden solo de escuchar al maestro o de leer un libro de texto. En cambio, aprenden haciendo cosas, trabajando cooperativamente, cometiendo errores y resolviendo probelmas. En vez de aprender solo lo suficiente para el siguiente examen, este tipo de aprendizaje se adhiere, sobrepasando a los exámenes y convirtiéndose en parte de la identidad del niño, ayudándolo a emerger plenamente en su mundo.